domingo, 27 de agosto de 2017

El pacto


Como en un continuo, Sara le pedía con insistencia el mismo regalo, pero era como si él encontrara siempre la tienda cerrada a cal y canto
Aunque intentaba ser comprensiva, su mirada era clara: “Las promesas se cumplen”.
Aquel día de verano, justo el mismo de aquella noche de playa cuando todo vino a ser como por primera vez, se armó de valor y, amándola más que nunca, fue capaz de dejarla marchar mientras la besaba eternamente.

Javier Palanca Corredor

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