domingo, 11 de noviembre de 2018

Hágase casi su voluntad


Entre todos los presentes, le dimos tal paliza que acabamos convirtiendo la teoría en ley irrefutable: Cuanto más tiempo, más fuerte y por más sitios se golpea un cadáver, más se distancia de lo que pudiera parecer un ser humano.
Siempre comentó que solo tenía dos deseos para cuando muriera, donar su cuerpo a la ciencia, dado que era un ser extraordinario digno de estudio, y que en su sepelio se cantara el “México lindo”, pero de esto último pareció no acordarse nadie.

La profesión va por dentro

La profesión va por dentro Gabriel, el profe de música, siempre estaba dispuesto. Así nos librábamos los demás de ser Papá Noel una vez ...