viernes, 19 de octubre de 2018

Dilema


Girar como una peonza,
parar y mirar
como ciego de instinto.
Errado y errante
de nuevo, nuevamente.
Y repetir
cansado, cansinamente.
Con lágrimas de otoño
disparadas en la espalda
a la velocidad correcta.
Herir pero no matar
para continuar
jugando
conmigo
sin lástima
Hasta que me estanque,
y me deje arrugar
por la humedad
de su respiración.
Y poco a poco
me diluya,
para siempre,
maldiciendo su risa
y mi búsqueda.

.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

La profesión va por dentro

La profesión va por dentro Gabriel, el profe de música, siempre estaba dispuesto. Así nos librábamos los demás de ser Papá Noel una vez ...